Se tiene la creencia errónea de que el Urólogo únicamente se ocupa de temas que afectan a los hombres en relación a su próstata. Pero en verdad la Urología es una especialidad que abarca temas que afectan a todos. Tanto a hombres como mujeres, en todas las etapas de la vida, desde la niñez hasta la edad adulta.
En el caso particular de las mujeres, deben acudir al urólogo para hacerse revisiones periódicas. O cuando se presente algún problema en los riñones, la vejiga o la uretra. La Urología en mujeres frecuentemente se encarga de brindar tratamiento a problemas urinarios. Como pueden ser las infecciones urinarias, la orina con sangre o problemas de incontinencia. Dentro de las medidas de tratamiento encontramos técnicas quirúrgicas, terapia conductual, medicamentos, cirugías mayores, entre otros.
Hacen parte de las patologías más frecuentes tratadas en la atención urológica en mujeres las siguientes:
Incontinencia urinaria:
Se define como la pérdida involuntaria de orina a través de la uretra. Es un problema frecuente y que generalmente causa vergüenza. Puede abarcar desde perder orina ocasionalmente cuando se tose o hay un estornudo. Hasta tener una necesidad de orinar tan repentina y fuerte que no se alcanza a llegar al baño a tiempo. Es un problema frecuente que aumenta con la edad, siendo especialmente relevante a partir de los 60 años.
Clínicamente podemos diferenciar la incontinencia en:
Incontinencia de esfuerzo: Es la pérdida involuntaria de orina cuando se aumenta la presión abdominal por tos, estornudo o ejercicio físico.
Incontinencia por urgencia: Es la pérdida involuntaria asociada con deseo intenso y repentino de orinar que no se puede diferir. La urgencia puede ser motora (por inestabilidad vesical) o sensitiva (sensación temprana de plenitud).
Incontinencia inconsciente: Fuga de orina sin la presencia de esfuerzo ni urgencia secundaria a enfermedad neurológica.
Incontinencia por rebosamiento: Se produce un cuadro de retención urinaria, y la uretra permite el paso de orina por aumento de la presión dentro de la vejiga.
Estos distintos tipos de incontinencia pueden ser debidos a: una hiperactividad del detrusor (músculo de la vejiga), debilidades en el piso pélvico, alguna alteración neurológica o problemas del esfínter urinario.
Infecciones de vías urinarias a repetición:
Se usa este término cuando la mujer presenta 2 o más episodios de infección. En un intervalo de 6 meses o 3 o más infecciones en un intervalo de 1 año. Las causas pueden tener un origen estructural, funcional o son solamente resultado de malos hábitos que se pueden corregir.
Las infecciones urinarias se pueden agrupar principalmente en dos grupos:
La infección de la vejiga se llama cistitis. Sus síntomas más comunes incluyen:
Dolor al orinar (disuria)
Ganas de orinar todo el tiempo (polaquiuria)
Sangre en la orina (hematuria)
Dolor en el abdomen bajo y sensación de vaciado incompleto de la orina
La cistitis es un cuadro que generalmente no causa fiebre y raras veces produce complicaciones
La infección de uno o ambos riñones se denomina pielonefritis. Es un cuadro mucho más grave que la cistitis. Sus síntomas incluyen:
Fiebre alta
Dolor de espalda
Debilidad
Náuseas y vómitos
Las bacterias que causan cistitis generalmente son bacterias que viven en el tracto gastrointestinal y en el área alrededor del ano. La infección urinaria se presenta cuando estas bacterias migran desde la región perianal y comienzan a colonizar alrededor de la uretra. Es muy común que una mujer con infección urinaria a repetición tenga una madre, abuela o tía con el mismo problema.
Existen algunos factores ambientales también tienden a estar presentes en las mujeres infección de vías urinarias a repetición. Algunos pueden ser corregidos, otros no.
Entre los factores de riesgo más comunes incluyen:
Ducha vaginal.
Malos hábitos de higiene después de orinar.
Mala postura al orinar.
Poca ingesta de agua.
Aguantar las ganas de ir a orinar.
Higiene personal excesiva.
Diabetes mellitus
Menopausia
Hay casos de infección urinaria recurrente que se presentan solamente después de una relación sexual.
También existen muchas otras enfermedades de Urología en mujeres que necesitan una valoración, atención y tratamiento especializado. Algunas de ella son:
Dolor pélvico crónico
Hematuria
Cálculos renales
Hidronefrosis
Reflujo vesicoureteral
Síntomas irritativos urinarios
Prolapso de vejiga
Cáncer localizado en las vías urinarias como los riñones, uréteres y vejiga
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